Hijo de Cándido y de Eugenia. Era el mayor de seis hermanos, dos de los cuales, Francisco y Osmundo, también serían asesinados con él. Estudió en el Seminario de Madrid y fue ordenado sacerdote en 1928. Comienza su ministerio como coadjutor de la parroquia de Getafe. Después de un breve tiempo en Colmenar del Arroyo, en 1933 era ya coadjutor de Canillejas. La revolución de julio de 1936 sorprende a toda la familia en la casa paterna, reunida con ocasión de las vacaciones de verano. Milicianos de la checa de la calle Palermo 10, de Canillejas, dependiente del radio comunista de Ventas, llegaron en búsqueda del sacerdote. Sus hermanos Francisco y Osmundo no quisieron abandonarlo y fueron con él, voluntarios, al martirio. Según consta en el recordatorio familiar, el 30 de julio de 1936 los tres fueron asesinados juntos.
Hijo de Luis y Romana. Ingresó en el seminario de Salamanca con 18 años y fue ordenado sacerdote en 1928. Pocos meses después obtuvo, por oposición, la plaza de organista del palacio de Aranjuez. Extinguida esta jurisdicción con la República, permanece en Madrid y en 1933 es nombrado coadjutor de San Juan Bautista de Canillas.
En noviembre de 1933 describe en una carta cómo su hermana y él afrontaban las dificultades que vivían en Canillas, donde eran insultados y vejados por la calle:
Tanto ella como yo estamos acostumbrados a grandes pruebas; como sabemos muy bien, nadie puede llegar a la extrema felicidad sin padecer, que todas las tribulaciones nos vienen de Dios y son señales de su amor, y Dios no nos envía ninguna tribulación que no la podamos sufrir.
El 12 de agosto de 1936 es avisado de que en la Casa del Pueblo se ha decidido su muerte para el día siguiente. Don Julio envía fuera de Canillas a la señora que lo atendía y a su hermano Luis, mientras él permanece en la parroquia. Aquella noche celebró la santa Misa y se quedó en el templo orando. Por la mañana, lo apresan allí mismo y, entre golpes e insultos, le quitan la ropa, lo meten en un saco y lo apuñalan con horcas y cuchillos.
Hijo de Vicente y Primitiva. Fue bautizado en la parroquia de San Lorenzo. Ordenado sacerdote en 1920, comienza su ministerio como coadjutor de Chamartín. El 24 de agosto de 1936 se hallaba hospedado en el domicilio de don José de la Roza Gayo, capellán de la Almudena, en la calle de San Bernardino 16. Allí fue detenido. Su cadáver apareció días después en depósito judicial.
Hijo de Alejandro y Tomasa. Estudió en los seminarios menor y mayor de Madrid. Ordenado sacerdote en 1900, desempeña varios oficios hasta que en 1911 es nombrado párroco de Bustarviejo. Al comenzar la guerra, el alcalde de Bustarviejo le dio un salvoconducto. Don Federico buscó refugio en Madrid, pero fue reconocido y detenido. Pidió a sus captores que, si lo iban a matar, lo llevaran a su parroquia de Bustarviejo. Así lo hicieron de un modo salvaje. Siempre hay flores en su tumba.
Hijo de Enrique y de Josefa. Estudia en el seminario de Lugo. En 1932 solicita permiso para residir en Madrid y es nombrado párroco de Pinilla del Valle. En 1935 pide que se le amplíen las licencias ministeriales en la diócesis de Madrid para hacer estudios universitarios.
Fue detenido el 28 de julio de 1936 por tres milicianos y una miliciana que, al parecer venían de Alameda del Valle, donde habían detenido también al joven párroco Juan José Rojo García. Conducidos a Rascafría y encerrados en el calabozo municipal, son sacados el mismo día 28 o el 29 junto con los párrocos de Rascafría y de Oteruelo del Valle, corriendo los cuatro la misma suerte.
Ordenado sacerdote en Sigüenza en 1928, ejerció el ministerio en Naharros, Angón, Rebollosa de Jadraque y Galve de Sorbe. En 1932 solicita el traslado a Madrid y es nombrado cura de Oteruelo del Valle.
El 23 de julio de 1936 un grupo de milicianos le impide la celebración de la Santa Misa. Los vecinos le ofrecieron ayuda para que pasara a Segovia. Él se negó diciendo: ¿Por qué voy a huir? No tengo enemigos en el pueblo.
El día 27 es encarcelado en Rascafría. El 28 ó el 29 es sacado de prisión junto con los párrocos de Rascafría, de Alameda del Valle y de Pinilla del Valle, con quienes fue fusilado.
Hijo de José y de María. En 1920 ingresó en el Seminario Menor. Fue ordenado en 1932. Enseguida es nombrado ecónomo de Santa Martina, de Alameda del Valle.
El 26 de julio 1936 celebra su última misa en Alameda del Valle. Al día siguiente, es encarcelado en Rascafría por cuatro milicianos y una miliciana. El 28 ó el 29 de julio es sacado del encierro junto con los párrocos de Rascafría, Oteruelo del Valle y Pinilla del Valle, con los que es martirizado.
En 1939 la familia trasladó sus restos al cementerio de Colmenar Viejo.
Hijo de Eugenio y de Fructuosa. Fue ordenado sacerdote en 1902. En 1909, solicita permiso para residir en Madrid. Después de varios años en la Capital, en 1927 toma posesión como cura regente de San Andrés de Rascafría.
El 25 de julio de 1936, tras haber celebrado la misa, es encerrado en el ayuntamiento. De allí será sacado el día 28 ó el 29 junto con los párrocos de Oteruelo del Valle - Clementino Villa de Villa - de Alameda del Valle - Juan José Rojo García - y de Pinilla del Valle - Francisco Carballo García. Los cuatro fueron conducidos por un grupo de milicianos al lugar llamado “Las dos Castillas”, entre los puertos de Cotos y Navacerrada, donde los fusilaron.
En 1931 era cura ecónomo de Nuestra Señora del Castillo, de Canencia. Estuvo también en la parroquia de Villa del Prado hasta 1934, cuando fue nombrado ecónomo de Valderacete. Al poco tiempo, sin embargo, es enviado como coadjutor a Miraflores de la Sierra.