Sesión de Clausura

 

 

El 1 de diciembre de 2018 tuvo lugar en la Real Colegiata de San Isidro la sesión de clausura de la fase diocesana de la Causa de beatificación de Cipriano Martínez Gil y 55 compañeros, sacerdotes y familiares laicos, víctimas de la persecución religiosa del siglo XX en Madrid.

El acto, presidido por el cardenal-arzobispo de Madrid, D. Carlos Osoro Sierra, contó también con la presencia de D. Antonio María Rouco Varela, cardenal arzobispo emérito de Madrid, D. Ginés García Beltrán, obispo de Getafe, D. Juan Antonio Martínez Camino, obispo auxiliar de Madrid encargado del área de la pastoral de la santidad de la archidiócesis; D. Jesús Vidal Chamorro, obispo auxiliar de Madrid, y D. José Rico Pavés, obispo auxiliar de Getafe, junto con numerosos vicarios episcopales que quisieron ser testigos de un momento tan relevante para nuestra diócesis. Llenaban la Colegiata los familiares de los Siervos de Dios y numerosos fieles. La parte musical del acto corrió a cargo de escolanía de la Abadía benedictina de la Santa Cruz del Valle de los Caídos.

El acto comenzó con la veneración del icono de los mártires del siglo XX en Madrid, mientras la escolanía interpretaba el Himno “Semillas de Paz”. Para introducir el acto y explicar su sentido, D. Juan Antonio Martínez Camino tomó la palabra, recordando la vida y la entrega de cada uno de los 56 Siervos de Dios, para nosotros, “santos de la puerta de al lado”, como recuerda el papa Francisco en Gaudete et Exsultate. Especialmente emocionante fue la lectura de los nombres de cada uno de los Siervos de Dios, su edad y el lugar donde ejercían el ministerio en el momento de entregar la vida.

A continuación, el cardenal-arzobispo examinó las tres copias de las más de 900 páginas que constituyen las Actas y declaró clausurada la fase diocesana del Proceso. Para hacer entrega de toda la documentación en la Congregación de los Santos en Roma el cardenal-arzobispo nombró portador a Mons. Martínez Camino. El Tribunal Delegado para la Causa, junto con la Postuladora, prestó juramento de haber cumplido fielmente la misión encomendadada, y se lacró la última caja del proceso, en la que se introdujo la sesión de clausura. El canciller-secretario de la Archidiócesis dio lectura al Instumentum Clasurae que junto con las cartas del cardenal-arzobispo y del delegado y el promotor de justicia serán entregadas al Cardenal Prefecto de la Congregación, Dios mediante, el próximo 18 de diciembre.

El solemne acto concluyó con unas palabras del D. Carlos, en las que recordó el valor del martirio y la alegría que se siente al estar al lado de hombres que saben mirar con los ojos del Señor y hacer realidad las palabras del Evangelio: “Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos”.

Termina de este modo el trabajo de casi dos años, en los que se han recogido casi 100 testimonios y más de 5000 documentos que pueden servir de base para que el Santo Padre declare el martirio de estos 56 Siervos de Dios. Una vez entregada toda la documentación en la Congregación de las Causas de los Santos continuará el proceso en su fase romana, en la que se elabora la Positio y diversos órganos colegiales juzgan las pruebas presentadas antes de pedir al Papa un veredicto final.