Es bautizado en la Iglesia Parroquial de Irún el día 2 de febrero de 1917. Se educa en el Colegio de los Hermanos de la Doctrina Cristiana e ingresa en Acción Católica de la Parroquia del Espíritu Santo en 1935. También pertenece a la Compañía de Obreros del Cerro de los Ángeles, a la Adoración Nocturna y devoto de San Luis Gonzaga. Desde muy joven decidió defender los ideales católicos, manteniendo frecuentes polémicas con sus compañeros de trabajo. En 1936 declaró a su tía Juana: “No hay cosa más grande que morir por Dios”. En vez de regresar a Madrid, junto a otros compañeros, decide proteger a las Carmelitas del Cerro, hasta que el 21 de julio se las llevan a Getafe los Guardias de Asalto con el pretexto de que corrían peligro. Por el miedo a ser detenidos, se ocultan en una finca próxima, llamada “Las Zorreras”. A la mañana siguiente bendicen el desayuno y se santiguan cuando terminan. La criada de la finca y su hijo, pensando que eran frailes, avisan a los milicianos de Getafe. El día 23 varios hombres acuden al lugar y los fusilan. Antes de recibir la descarga, Félix Elías Requejo pone los brazos en cruz y grita ¡Viva Cristo Rey! Fueron inhumados en el Cementerio de Getafe el día 26 de julio de 1936. Finalmente, fueron trasladados al Cementerio del Cerro de los Ángeles.