Ordenado sacerdote, en Soria, en 1907, se traslada a Madrid en 1910 y es nombrado párroco de Cenicientos; en 1913, capellán del Instituto Asilo de San José, “Las Piqueñas”, en Carabanchel Alto, regentado por una comunidad de Hermanos de San Juan de Dios, que también sería martirizada casi en su totalidad. Luego fue párroco de Colmenar del Arroyo, y en 1931, de San Bernabé de El Escorial.
El alcalde de El Escorial lo mandó detener el 21 de julio de 1936. Encerrado en la iglesia parroquial, convertida en cárcel, el 11 de agosto fue sacado y asesinado por cuatro milicianos, junto con el coadjutor, Antolín Rodríguez del Palacio y otro sacerdote, Arecio Mendoza García.