Hijo de José y Fulgencia. Era el primogénito de cuatro hermanos de una familia muy cristiana, de donde salieron varias vocaciones.
Estudia latinidad en el colegio San Francisco de Sales de Segura de León y sigue su formación en el Seminario de San Antón de Badajoz. Ordenado sacerdote en 1909, desempeña su ministerio en Medina de las Torres y el Fregenal de la Sierra. En 1918 va a Sevilla a estudiar Filosofía y Letras y en 1925 obtiene el grado de Licenciado. En 1928 se traslada a Madrid. En 1934, su amor a la enseñanza lo lleva como catedrático al Instituto de Enseñanzas Medias de Yecla (Murcia). El 16 de marzo de 1936 son incendiados los catorce templos de Yecla. Los sacerdotes huyeron del pueblo. Don Fernando se queda y pide al alcalde las llaves de la única Iglesia que medio se mantenía en pie. Allí celebraba la santa misa, con grave peligro. Al acabar el curso decide marchar a Madrid, a su domicilio en la calle Atocha. Es delatado y encerrado en la Cárcel Modelo, de dónde fue sacado para ser martirizado el 7 de noviembre de 1936 en Soto de Aldovea.