Estudia en el seminario de Sigüenza. Ordenado sacerdote en Sigüenza en 1910. Cura ecónomo rural en Sigüenza. Párroco de la parroquia de Manjirón (Madrid-Alcalá) en 1912. Párroco de Torres de la Alameda en 1922. Coadjutor de San Pedro el Real - La Paloma en 1930. Tras el intento de quemar la iglesia de La Paloma en 1936 se oculta. Es denunciado por una vecina y los milicianos lo detienen en su casa, exclamando antes: “… sabed que nunca voy a renunciar a mi fe, podéis hacer conmigo lo que queráis”. Es llevado a la checa de Fomento donde recibe una brutal paliza. Fue fusilado y su cuerpo tirado en la calle de Méndez Álvaro.