Iter Procesal

 

 

La Causa de Cipriano Martínez Gil y LV Compañeros es fruto de un trabajo intenso pero oculto de muchísimos años de dedicación y estudio. La memoria de los mártires se ha mantenido viva en las parroquias de Madrid, tanto de la ciudad como de los pueblos, en las que ejercían su ministerio los sacerdotes asesinados en odio a la fe.

Jurídicamente, la Causa de Beatificación y Canonización es un proceso en el que se recogen en la Diócesis todas las pruebas documentales y testificales para que, en un segundo momento, la Congregación de las Causas de los Santos en Roma pueda juzgar sobre el supuesto martirio de cada uno de los Siervos de Dios, y el Santo Padre pueda emitir el decreto declarando dicho martirio. Se trata de un proceso minucioso y paciente, regulado de modo detallado por las normas emanadas por la Santa Sede para este tipo de procesos.

El primer paso formal de la Diócesis de Madrid en un proceso de martirio de un sacerdote diocesano tuvo lugar en 1986, cuando se comenzó la Causa de D. José Polo García, párroco de Cercedilla, Siervo de Dios ahora incluido en nuestra Causa de Cipriano Martínez Gil y LV compañeros.

Dado el ingente número de sacerdotes diocesanos asesinados en odio a la fe, y siguiendo las indicaciones de la Congregación para las Causas de los Santos en Roma, se decidió investigar su vida, martirio y fama de martirio, en grupo, lo que facilita los trámites. De aquí la decisión de incoar la primera de las que esperamos varias causas: la de D. Cipriano Martínez Gil y LV compañeros, promovidas conjuntamente por las Diócesis de Madrid y Getafe.

En 2008 se nombró un tribunal para tomar declaración a testigos cuyo testimonio, debido a razones de edad o enfermedad, pudiese perderse antes de la apertura formal del proceso. En 2015 se solicitó formalmente la apertura de la Causa a la Congregación vaticana, y el 15 de septiembre de 2016 la Santa Sede otorgó en Nihil Obstat para comenzar el proceso. La sesión de apertura tuvo lugar el 18 de marzo de 2017.

En la actualidad, la Causa se desarrolla desde dos perspectivas. Por un lado, la Comisión Histórica recoge en los correspondientes archivos todas las pruebas documentales relativas a cada uno de los Siervos de Dios. Y por otro, el tribunal nombrado al efecto toma declaración a los testigos, bien acerca de la vida y muerte de los Siervos de Dios, bien acerca de su actual fama de martirio.

Una vez recogidas todas las pruebas documentales y testificales, tendrá lugar la clausura de la fase diocesana del proceso, con el posterior envío de toda la documentación a la Congregación de las Causas de los Santos donde comenzará la fase romana de la Causa con el estudio pormenorizado de las pruebas presentadas.

La Causa de Cipriano Martínez Gil y LV compañeros es solo la primera de las varias causas que esperamos abrir para poder declarar el martirio de los casi 400 sacerdotes de nuestra Diócesis, junto con las Diócesis de Alcalá y Getafe.