Sacerdote diocesano de Toledo, en 1898 pide el traslado a Madrid para cuidar a su madre enferma. Es nombrado capellán del Asilo del Niño Jesús. En 1901 era capellán del Asilo de Huérfanos del Sagrado Corazón. En 1908 consigue, por oposición, un beneficio en la Catedral de San Isidro. A finales de ese mismo año, el rey Alfonso XIII lo nombra encargado de la Administración-habilitación de Culto y Clero
El 15 de agosto de 1936 fue detenido en la calle del Ave María y conducido a la iglesia de San Miguel de Carabanchel, desde donde lo llevaron a la pradera de San Isidro, para ser fusilado, junto con don Jacinto Gil Benito.